Tras la erupción del volcán Chichonal, en 1982, las comunidades se vieron obligadas migrar hacia otros territorios. Los pueblos más afectados por la catástrofe tenían población mayoritariamente zoque. La diáspora resultante desplazó a más de 12000 habitantes hacia municipios vecinos.
Los sobrevivientes de la catástrofe fueron desterrados de su lugar de origen, donde literalmente estaban enterrados sus ombligos, del lugar al que pertenecían. Además, se enfrentaron a diversas problemáticas; entre ellas la constante pelea por tierras ejidales y la discriminación que han padecido, por parte de comunidades vecinas, debido al apoyo que en algún momento recibieron del gobierno, fueron llamados de forma peyorativa "chichonales".

La comunidad del ejido Esquipulas Guayabal cuenta con población mayoritariamente zoque. Aunque gran parte de los afectados por la erupción migraron de forma permanente a otros municipios y estados la difícil situación de discriminación impulsó a los damnificados a recuperar sus tierras perdidas mediante “una estrategia de doble residencia, es decir, se registraron como damnificados y, a la vez, enviaban a familiares, principalmente jóvenes y solteros, a repoblar su comunidad y a reclamar las parcelas de los padres. […] a los cuatro meses de la primera erupción, y aprovechando las primeras lluvias de verano, incursionaron poco a poco en la reconquista del territorio”.

(Reyes p. 42-43).

Fuente:
Laureano Reyes Gomez. Los zoques del volcán. México: Comisión Nacional Para El Desarrollo De Los Pueblos Indígenas, 2007. En línea: https://www.researchgate.net/publication/323183503_Los_zoques_del_volcan/link/5aac29b0458515ecebe5c652/download.